26/11/11

Te odio...

Te odio, porque rompiste mi corazón…
Te odio, porque apagaste mis ilusiones
Te odio, porque tiraste por tierra mis objetivos…
Te odio, porque todo mi mundo se vio truncado… sin “amigos”, sin “apoyos”, sin saber cómo seguir… simplemente me vi perdida…
Te odio, porque cuando te quisiste dar cuenta, o remediarlo, ya el daño estaba hecho… y no se podía volver atrás… Pero a pesar de todo, te quiero… y por ello, te odio aún más…
Te odio, porque serás feliz con otra, si no lo eres ya… Y en el fondo me alegro por ti… Pero te odio, porque me he vuelto incapaz de amar a quien me pueda amar, de conceder oportunidades, de volver a creer que es posible que me amen, que no sólo busquen una mera diversión, que de verdad me valoren, y me lo demuestren…
Y esto, no quiere decir que quiera volver contigo… Que lo necesite… Sino que ahora, no soy capaz de encontrar alguien que yo crea que merezca la pena, porque o bien le falta algo que me gustaba en ti… o bien tiene algo que me recuerdan cosas que aborrecía…
Entonces es cuando pienso… “Se suponía que yo era la mala, la que rompió la relación, la que probablemente tendría otro en la recámara”… Pero no es verdad… He sido la que peor parada ha salido… Yo te quería… quería estar contigo, quería que fueras el último, el definitivo… Pero la cagaste… me hiciste daño… tanto que después de más de dos años, sigo sufriendo y, atormentándome… Pensando que algo muy malo debe haber en mí, para que nadie quiera estar conmigo… al menos alguien que guste, o me haga sentir viva, feliz, plena…
Sigo vertiendo lágrimas, que me queman como si fueran fuego… porque las desprecio… Desprecio tanto llorar por lo mismo, por sentirme indefensa y, vulnerable. Por no conseguir pasar página. Por sentirme excluida de la que era mi vida, porque a pesar de todo sigo sin poder recuperarme a mi misma… Sólo soy despojos de la que fui, de la que me gustaría ser… Y es cierto, que hay muchos otros motivos que me han llevado a ser la que soy ahora, y no es todo por ti… pero, para mí, fue lo más importante… Fue el punto de inflexión…
Me he convertido en una miedosa, aterrada frente a cualquier sentimiento… Yo, que no temía por nada, que me daba igual exponerme… Me arriesgaba y, vivía toda situación posible, sin pensar en consecuencias, pero ya, ya soy otra… igual, pero a la vez totalmente opuesta…
Cuando pienso que es posible sentir, me emociono por un momento, pero al siguiente, me veo huyendo, alejando toda posibilidad de mi alrededor. Porque, al igual que muchos otros, me aterra volver a sufrir. Sin embargo, estoy deseándolo… sufrir por amor es mi mayor deseo. Significaría que sigo viva, que me enfrento a los desafíos, a los miedos y, que los supero… Pero no es así…
¿Dónde está esa fortaleza, que dicen que poseo? ¿Dónde, ese valor y gallardía que todos mencionan? ¿Dónde estoy yo misma? ¿Dónde se escondió mi verdadera personalidad?
He perdido muchas cosas por el camino… Y cada día me levanto e intento luchar contra todo, y me busco… me busco tanto, que de tanto buscarme me siento aún más perdida… Hay días en que me atisbo, que creo que esta cerca el resurgir, pero luego vuelven días grises y me acuerdo de todo… y sólo deseo dejarlo ir…
Te odio, porque siento todo esto…

No hay comentarios:

Publicar un comentario